A todas nos asaltan las dudas cuando nos planteamos acudir al quirófano para atajar el problema de la celulitis ¿Estoy poniendo en riesgo mi salud al hacerme una liposucción? ¿Qué puede ocurrir? ¿Merece la pena? Cuestiones que demuestran que nuestra salud y los posibles riesgos que puede correr son los factores que más nos preocupan a la hora de elegir una opción u otra.
Informarnos bien y ser conscientes de todas las posibilidades nos ayudará a evitar miedos innecesarios. ¿Hasta qué punto se pone en riesgo la salud por una mejora estética? No hay que olvidar que una liposucción no deja de ser una operación quirúrgica, y como toda cirugía, tiene sus riesgos. Y aunque las nuevas técnicas han incrementado notablemente la seguridad y la fiabilidad, no han conseguido eliminar totalmente las complicaciones. Los riesgos más comunes suelen ser infecciones, alergias y coágulos sanguíneos. Otros problemas que se pueden producir son la acumulación de líquido o lasquemaduras por fricción.
Los riesgos de complicaciones aumentan dependiendo de las áreas tratadas. Si el área tratada es grande o si se están haciendo varias liposucciones a la vez, el riesgo aumenta. Los riesgos también incluyen otras complicaciones menos comunes. Las personas con diabetes o enfermedades circulatorias o del corazón deben evitar esta cirugía Además, después de la cirugía la piel corre el riesgo de aparecer irregular o presentar una apariencia abultada. En algunos casos las personas pierden la sensitividad en esas áreas o les quedan cicatrices.
Con todo, son muy pocos los casos que han tenido resultados desastrosos. Según se calcula, la posibilidad de un desenlace fatal es de 1 persona entre 5000 (es decir, un 0.02%), lo que supone un riesgo mínimo.
En cualquier caso, siempre lo más recomendable es ponerse en manos de médicos con reconocida experiencia y prestigio. Conviene asegurarse de que se entiende completamente los procedimientos que se van a realizar, y lo que implican, así como hablar con el médico que la va a llevar a cabo sobre las expectativas e inquietudes que se tienen. De esta forma, se logrará minimizar los posibles efectos secundarios y riesgos que se pueden derivar de la intervención.