La ozonoterapia es una técnica utilizada con diferentes fines terapéuticos y estéticos que se basa en los beneficios del gas ozono sobre el organismo. Una de sus aplicaciones más útiles y efectivas es la de combatir la celulitis localizada mediante pequeñas inyecciones en la piel.

El uso del ozono para reducir la celulitis es una práctica bastante reciente, que consiste en oxigenar adecuadamente determinada zona mediante infiltraciones. La mezcla de oxígeno y ozono que se utiliza en este tratamiento contribuye a mejorar la microcirculación, a la vez que facilita la eliminación de grasas.

La profundidad de la inyección es pequeña, de unos 3 milímetros aproximadamente. Para que este tratamiento anticelulítico no quirúrgico tenga efecto, se necesitan unas 15 o 2o sesiones de 10 minutos cada una, y es aconsejable realizar un buen masaje tras las inyecciones.