No hay duda de que los masajes ya son una parte esencial dentro de las terapias anticelulitis. A pesar de que su eficacia ha sido discutida muchas veces, no se puede negar que ayudan a conseguir una piel más bella, tonificada y flexible. Además, estimulan la circulación y el drenaje de líquidos.

Actualmente se puede encontrar en el mercado un gran número de aparatos, utensilios y máquinas que ayudan a este propósito, incrementando considerablemente el potencial beneficioso de los masajes.

Son aparatos que han sido diseñados pensando en las partes del cuerpo más propensas a la celulitisy que tienen un funcionamiento relativamente sencillo: realizan un movimiento continuo de succión y estiramiento que proporciona un masaje profundo a la capa de en la que se encuentra la celulitis, como si de una ola se tratara.
Se recomienda usarlos de diez a quince minutos en cada pierna, tres veces a la semana.

Hay que tener en cuenta que la forma de realizar el masaje es lo más importante para conseguir buenos resultados: si se aplica demasiado suave lo más probable es que no se consiga nada. Por el contrario, si se hace demasiado fuerte, se pueden dañar los vasos superficiales. Y aunque, bien aplicado mejora la circulación sanguínea local, no es suficiente como único método para combatir la celulitis y es necesario complementarlo con otros como dietas, ejercicio físico y vida saludable.